lunes, 19 de marzo de 2007

Un avión solar para dar la vuelta al mundo



La ESA está proporcionando tecnologías de última generación al aventurero Bertrand Piccard para que dé una vuelta al mundo en un avión tripulado por un solo piloto y propulsado por energía solar, como última demostración del potencial de los vuelos no contaminantes. Ya en 1999, Piccard y su copiloto Brian Jones fueron los primeros en dar la vuelta al mundo en globo sin realizar ninguna escala. Piccard ha puesto en marcha la iniciativa Solar Impulse, para repetir su proeza alrededor del mundo, pero esta vez en un avión no contaminante propulsado por energía solar.

Se ha presentado un avión que se asemeja a un planeador, pero de una gigantesca envergadura de 70 metros, que supera a la de un Boeing 747. Está totalmente cubierto de células solares y equipado de dos motores de propulsión en la cola, por lo que podrá despegar sin ninguna ayuda y dispondrá de batería suficiente para volar por la noche.

La agencia europea podría proporcionar tecnologías de última generación como, por ejemplo, baterías y células solares, sistemas de gestión de energía, estructuras de compuestos ultra ligeros y sistemas de seguimiento para controlar la salud del piloto.

El cielo es el límite del desarrollo sostenible Para el proyecto Solar Impulse, Piccard vuelve a unirse a Brian Jones, su copiloto a bordo del globo Breitling Orbiter 3, que batió el record hace cinco años. Ha designado al piloto e ingeniero André Borschberg como jefe del proyecto y tercer piloto del equipo.

El Programa de Transferencia de Tecnología de la ESA va a proporcionar asistencia tecnológica, mientras que la Escuela Politécnica Federal Suiza (EPFL) de Lausane va a actuar en calidad de Asesora Científica Oficial del proyecto.

La EPFL acaba de finalizar un estudio sobre la viabilidad del proyecto, donde se analizan las tecnologías existentes. Yves Perriard, director del Laboratorio de Actuadores Integrados de la EPFL y uno de los científicos principales del estudio, confirmando que es posible crear una estructura totalmente propulsada por el Sol. La EPFL era una alternativa clara para la realización de este estudio. La escuela realizó una investigación termodinámica para que el vuelo en globo de Piccard-Jones de 1999 se realizara con éxito y es la asesora científica oficial del equipo suizo de navegación Alinghi, que en la actualidad posee la Copa América.

Solar Impulse aircraft estará totalmente propulsado por el sol, a 10 km de altura, en el aire las 24 horas del día, propulsado por el sol. Además deberá mantenerse por encima de las nubes para capturar toda la luz solar disponible, a una altura de entre 10.000 y 11.000 metros, donde la temperatura oscila entorno a los -55 ºC.

El reto más importante será construir este gran aeroplano con una estructura muy ligera que permita incorporar baterías suficientes para volar de noche. Los requisitos eléctricos plantean otro reto vital para la ingeniería: ¿cómo conseguir almacenar energía solar suficiente durante el día para poder volar por la noche? "Se trata en realidad de una guerra contra todas las pérdidas en el sistema de energía, que afecta desde las células solares hasta los motores." Han indicado los responsables.

El estudio de la EPFL afirma que las baterías de ión de litio disponibles en el mercado proporcionan menos de 200 vatios por kilogramo (W/kg), que serían suficientes para abastecer un avión con un piloto, pero en el caso de dos pilotos se precisaría una capacidad de al menos 300 W/kg.

Además de la ESA, existen otras empresas aeronaúticas trabajando en el desarrollo como ALTRAN y Dassault.

Más información:

Solar Impulse (en español)

EPFL - Swiss Federal Institute of Technology

Bertrand Piccard

Brian Jones' Orbiter Balloon

Puedes ver una animación del proyecto a continuación:









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