Tras obtener los primeros datos de la caja negra del A320 de la compañía brasileña TAM, se han obtenido unos resultados diferentes a las primeras hipótesis oficiales. Según se suponía en un principio, un error en la reversa de la turbina de unos de los motores, junto con las condiciones adversas de la pista, por la fuerte lluvía, provocaron el accidente.
Según se publicaba ayer en EL PAIS, el comandante Kleyle Lima, que estaba a los mandos en el aterrizaje, y que realizaba su primer vuelo para TAM, tenía fuera de posición las manetas que controlaban las turbinas, así la izquierda ayudaba a frenar y la turbina derecha aceleraba.
Pero, a pesar de haberse debido a un fallo humano, la tragedia se podría haber evitado o en todo caso disminuido, si se hubieran terminado las obras al final de la pista, que aumentaba la longitud de esta y que contaban con ranuras para frenar aviones en caso de emergencia, como según la revista VEJA ha afirmado, ya que en la historía de la aviación se han producido 2 accidentes debido al empuje asimétrico de las turbinas, y en un caso las víctimas fueron 3 y en el otro, sólo hubo heridos, debido a la mayor longitud de la pista y de las ranuras.
